Me dedico al fascinante mundo de la psicología compatibilizándolo con uno de los trabajos más maravillosos que existen que es ser MADRE (y todo los demás trabajos que se derivan de este que no son pocos).

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Desde 2007 he trabajado como psicóloga en diferentes ámbitos y durante bastante tiempo me sentí con la inseguridad de una principiante, con el miedo a hacerlo mal, con la necesidad de encontrar mi lugar y mi espacio y que todo se situara. El miedo frena y no te deja ver más allá, te quedas ahí, en tu zona de confort pensando que algún día todo cambiará de la noche a la mañana sin más.

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Y no, nada cambió sin más, todo lo contrario. Llegaron unos años que los definiría "de dureza", años que tocaron de una forma muy insensible mis sentimientos, que tocaron todas las áreas de mi vida y las dejaron literalmente tocando fondo y ahí empezó todo: "CUANDO YA NO TE QUEDA NADA QUE PERDER, LO ÚNICO QUE QUEDA ES GANAR"

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La vida me enseñó a vivir duelos emocionales, a trabajar el desapego, a controlar cuadros de ansiedad y ataques de pánico, a sentir, a pararme y reflexionar para sacar el mejor aprendizaje de cada golpe, a gestionar mis emociones, a priorizar por encima de todo, me hizo responsable de dos seres humanos maravillosos que me ayudan cada día a trabajar muchísimas cosas en mí, a organizarme y reorganizarme ante una situación y las que iban surgiendo, por que los imprevistos existen.

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Y,  sobre todo, me obligó a trabajar con mis miedos, con aquellos que aparecían y desaparecían porque los afrontaba, porque buscaba la mejor solución para mí y les hacía frente consiguiendo salir de mi zona de confort y conseguir objetivos con esfuerzo y constancia.

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Y en medio de todo esto entendí que TODO PASA POR ALGUNA RAZÓN y que mi aprendizaje era la base para salir adelante en las adversidades que la vida te presenta.

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A partir de aquí decidí poner en marcha mi proyecto y dedicarme al Desarrollo y crecimiento personal trabajando, acompañando, asesorando y ayudando desde esta perspectiva.

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La base de la vida es el sentido común y todo problema tiene una solución, sólo hay que buscarla y afrontar los miedos con compromiso, constancia y esfuerzo, cada día hay que pasarlo de una forma u otra con lo cual , ya que estamos, vamos a sacarle el mejor partido.

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¡NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL PERO, REALMENTE MERECE LA PENA!